Cocina en Jaume I
Esta cocina se ha diseñado pensando en la vida que pasa dentro. No es solo un espacio para cocinar, sino un lugar de encuentro, de conversaciones improvisadas y momentos compartidos entre todos los miembros de la familia.
Su esencia es funcional y versátil: cada elemento tiene una razón de ser, cada línea busca la comodidad y la fluidez del día a día. Pero la funcionalidad no está reñida con la estética —al contrario. La combinación de roble natural y blanco aporta calidez y luz, mientras que los toques amarillos añaden energía y personalidad, convirtiendo la cocina en un espacio vivo y optimista.
El resultado es una cocina que respira armonía, donde el diseño acompaña la vida familiar sin imponerse, y donde cada detalle está pensado para disfrutar plegados, cada día.









